Hace un par de semanas compramos almendras. La etiqueta de la caja era la de la foto.
A primera vista, es una etiqueta como cualquier otra. Pero si uno se toma la molestia de leerla (clicad la imagen para leer, que si no os vais a dejar la vista), puede descubrir una perogrullada tranquilizadora, un gazapillo y una frase inquietante.
La perogrullada tranquilizadora es Ingredientes: almendras. ¡Bien! Es justo lo que uno espera encontrar en una caja de almendras. El gazapillo es Guardar en sito seco y fresco. En sito. Bueno, no pasa nada, se han equivocado. Pero más abajo uno descubre la frase inquietante: Puede contener trazas de frutos secos. Trazas. Que tratándose de una caja de almendras, uno lo lee y piensa Las almendras son frutos secos ¿no? Espero que haya algo más que trazas o que, al menos, sean trazas muy grandes. Y si uno ahonda un poco más, la cosa no acaba aquí. ¿Qué significa puede contener? ¿Puede? O sea, que resulta que a lo mejor en una caja de almendras no hay ni tan sólo trazas de frutos secos. Yo que pensaba que sabía qué era una caja de almendras...
Y es que una cosa es equivocarse y otra hacerlo mal.
5 comments:
Es terrible comer almendras pensando que pueden contener frutos secos.
Y de eso de que sean "cubitos" no habláis?
Almendra cubitos. Es cierto que debería decir almendras en cubitos. Entiendo que personas gramatical y semánticamente sensibles como tú puedan querer una explicación más amplia, que aborde la cuestión de si es apropiada o no la denominación cubitos para las almendras. Pero culinariamente es habitual hablar de cosas en cubitos. Yo no iría más allá, porque si no, de la etiqueta no se va a salvar ni el código de barras.
Una explicación podría ser la siguiente: la mayoría de almendras del envase están mojadas y en el mismo envase se pueden encontrar pequeñas cantidades de frutos, que tanto pueden ser sandías o gambas, que son frutos del mar, totalmente libres de agua.
Sin duda, los 'Frutos secos' anunciados en la banda roja del envase son sólo una denominación genérica para indicar que bajo la misma firma también se comercializan las avellanas y nueces de la fotografía.
Si las almendras que comprasteis no estaban, al menos, húmedas, deberíais presentar una reclamación. El producto no coincidiría con la clara descripción anunciada.
Y aún me atrevo a decir más, el gazapo no es tal. Estas almendras húmedas y el resto de frutos del envase deben guardarse en el interior de alguien que responda al diminutivo abreviado de Alfonso, Sito, siempre y cuando éste se encuentre totalmente fresco y seco. Un pequeño Alfonso sudoroso o acabado de salir de la ducha no serviría y llevaría al traste la conservación de un producto que, por su rara exquisitez, precisa de un almacenamiento sumamente específico.
He pasado por alto una parte de la descripción: 'cubitos'. No me extrañaría que, al tratarse de un producto tan selecto, bajo esta aparentemente común denominación se encontraran almendras cortadas en perfectos poliedros regulares de seis caras mediante láser u otra técnica de igual precisión. 'Almendra húmeda cubitos láser', la almendra que podría, perfectamente, contar con el aval de Ferran Adrià.
Dicho esto, uno ya sólo piensa en espuma de pollo con almendras o en vapor de 'panellets' y, llegados a este punto, yo no me atrevería a utilizarlas en ningún plato. Mis recetas no están a la altura de tan sofisticado ingrediente.
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