El caso es que hace un rato estábamos escuchando el clásico Barça-Madrid en la transmissió del Puyal de Catalunya ràdio. La verdad es que yo no le prestaba mucha atención. Y Susana, como que le preocupa más el resultado que el juego - no nos engañemos - tampoco le prestaba mucha. De repente hemos oído que había jaleo en el campo y que Cristiano Ronaldo le había dado un empujón a alguien, aunque sin entender ni el nombre del empujado. La curiosidad del momento ha sido más fuerte que mi desinterés por el fútbol, así que he venido al ordenador a enterarme de cómo había sido la cosa. He ido a www.marca.com a mirar la narración del partido (los comentarios absurdamente airados contra el Barça del Marca - que conozco porque los oigo a primera hora de la mañana en el resumen de prensa de la radio - me parecen mucho más divertidos que el masaje que cabe esperar de un periódico de aquí). Y en el minuto 31 decía [...] y Cristiano empuja a Pepe. [...]. Un profano como yo no sabía quién es Pepe, así que me he fijado en las alineaciones. Y he visto que Pepe es un jugador del Madrid, de modo que he pensado Vaya, ¿Ronaldo ha empujado a uno de su equipo? No entiendo nada.
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La narración de www.marca.com |
Y digo yo: si el empujón era a Guardiola ¿de dónde se ha escapado este Pepe de Santiago Siguero (el redactor de la narración del partido de www.marca.com)? ¿Ha sido sólo un lapsus? ¿En qué dirección? No puedo dejar de pensar mal y entender que este Pepe es simplemente la castellanización de Pep Guardiola. O sea, que Carod-Rovira sigue siendo el señor José Luís (Carol, según Acebes).
¿Porqué pasa esto? A mi me pone de mal humor aunque haya sido un lapsus (quizás más aún por ello), la verdad. Nunca he oído decir Cristià Ronaldo, Josep Lluís Rodríguez Zapatero, Marià Rajoy, Alfred Pérez Rubalcaba, Esperança Aguirre, Roderic Rato... ni que sea por equivocación.
Si el catalán no puede tener lugar ni en su propio territorio, acabará desapareciendo; de eso no hay duda. ¿Aún hay tanta gente en España que quiere ver desaparecer el catalán? ¿Realmente alguien piensa hoy en día que Cataluña será mejor si en su territorio no se habla catalán? Las preguntas y las respuestas bullen en mi cabeza...
¿O ha sido sólo un lapsus sin importancia?
5 comments:
Yo creo que la cosa se reduce a que, a quien sólo tiene un martillo, todo le parecen clavos. No me voy a erigir ahora en defensor de los periodistas del Marca (aunque ahora que lo veo escrito eso de hacerse fan del Marca tiene su valor como boutade), pero la tendencia a adaptar los nombres propios a los que ya conocemos es algo usual y comprensible.
Creo que sobrerreacionas un poco, pero sí que es curioso que el catalán esté tan demonizado, cosa que por ejemplo no le sucede al gallego. Los motivos deben de ser muchísimos, empezando con la mayor implantación del catalán y sobre todo (me asusta usar sobre todos pero me perdonarás) con la introducción de la lengua en el discurso nacional catalán, practicamente como elemento necesario y suficiente de asimilación al ser de lo que es ser catalán.
De todos modos, todavía he de experimentar rechazo del ciudadano de a pie cuando estoy en otros lugares del estado. Claro que uno siempre escoge con quien se junta, pero más veces me han dicho "pues un poco de envidia si que dais los bilingües" que "me cago en tu dialecto venido a más".
Creo que hay una parte de sentimiento victimista hacia el catalán (y metonímicamente, hacia Catalunya, los catalanes y nuestro impuesto de sucesión y los castellers y el PIB y Gaudí i La Vall de Núria) que nos generamos nosotros mismos.
I de fet, per què t'escric en castellà si sempre que parlem és en catalá?
Empezaré por el final. Puedes pensar que escribes en castellano por la misma razón que lo he hecho yo: si el catalán se defiende en catalán, la mayoría de los demonizadores no entenderán los argumentos.
Victimismo. Todo un temazo para dedicarle un post entero.
En cuanto al rechazo del idioma por parte del ciudadano de a pie, me pasa más o menos lo que a ti. Con la excepción de un día hace unos años en que oí a un señor todo trajeado y repeinado decir que todo iba mucho peor desde que mandaban los rojos. El señor manifestó también (sin venir a cuento de nada, por cierto) su afición por los toros. Era en un Fotoprix y la verdad es que las dependientas, a juzgar por sus miradas, alucinaban tanto como yo.
¿El idioma catalán es elemento necesario de lo que es ser catalán? Pues seguramente es así, que quieres que te diga. ¿Suficiente? Pues seguro que no. Los andorranos no son catalanes, del mismo modo que los austríacos no son alemanes (aunque así lo creyese el individuo del bigote pequeñito y el flequillo... resultón).
Y en cuanto al martillo y los clavos, no acepto pulpo como animal de compañía. Tengo más herramientas en la caja:
- Alicates: cuando uno está acostumbrado a escribir en un teclado en castellano, es normal que al escribir Pep el dedo caiga de nuevo sobre la e y el texto quede como Pepe.
- Destornillador: puede ser sólo un lapsus, tal como yo mismo apunto al final del post.
- Pie de rey: por alguna razón, el narrador estaba pensando realmente en Pepe, el jugador del Madrid, y se equivocó.
- Ahora no se me ocurren más, pero si sigo pensando en ello durante 3 o 4 horas, seguro que encuentro otras posibilidades.
Pero me cuesta verlas más verosímiles que la del desprecio hacia el catalán. ¿Me vas a decir que la tendencia a adaptar los nombres propios a los que ya conocemos justifica escribir Pepe en lugar de Pep? ¿Puede ser que el narrador no conozca Pep? Me parece tan poco creíble como reprochable.
Y no digo que no sobrereaccione. Seguramente no hay para tanto y esto ha sido sólo una excusa para sacar el tema del desprecio al idioma.
He rigut molt amb aquest post, ahir estava trista el vaig rellegir i em vaig pixar de riure un altre cop, gràcies!!!
Personalmente, y pese no estar muy al día sobre las problemáticas que parecen afectar o que parece que generamos los catalanes, creo que el desprecio al catalán es un tema satélite, y que el planeta entorno al cual orbita es el dinero de los catalanes. Pienso que aquellos que atacan el idioma catalán, no hacen sino arremeter contra la parte más visible, o audible en este caso, del problema que supone que los catalanes podamos diferenciarnos del resto de España. Esta diferenciación podría limitarse al reconocimiento de una cultura propia dentro del conjunto español, pero en cuanto trasciende al ámbito económico y apunta a la independencia, se convierte en una amenaza que debe ser atacada.
A pocas personas les gusta reconocer la dependencia, es más fácil intentar bromear, ridiculizar o despreciar aquello de lo que se depende. Es un acto de defensa momentáneamente reconfortante.
Supongo que habrá sido un lapsus, pero si esperas lo suficiente lo terminarán llamando Pepe Hucha...
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